Definición:
El arte
de la”topiaria” es una práctica de jardinería
que consiste en dar formas artísticas a las plantas mediante el recorte con
tijeras de podar. Las opciones que tenemos para dar forma a determinadas
plantas son casi infinitas.
La poda
artística es tan vieja como nuestra civilización y se remonta a la época de los
romanos. El nombre deriva de la palabra latina “topiarius”, jardinero-paisajista ornamental, creador de ”topia” o lugares, una palabra griega que
los romanos aplicaron también a los paisajes interiores pintados al fresco.
Su origen se encuentra en la
jardinería de los romanos
donde los propietarios de las villas romanas paseaban por sus jardines rodeados
de figuras esculpidas en arbustos, y va a continuar durante el Renacimiento Italiano. En el siglo XV, Italia se convierte
en la cuna del Renacentismo Europeo. Sus artistas miran hacia el pasado y se
inspiran en la cultura clásica para desarrollar sus creaciones. Los jardineros no
son ajenos a esta corriente y vuelven a poner de moda los jardines
ordenados, con pasillos y figuras bien marcadas, arcos majestuosos y volúmenes
geométricos nunca vistos anteriormente.
En la Toscana abundan los parques
donde se utiliza la decoración con setos recortados; cerca de Florencia, la
Villa Capponi (Arcetri), la Villa Marlia (Capannori), la Villa Corsi Salviati
(Sesto-Fiorentino),…
Francia
e Inglaterra son también dos de los máximos exponentes de este arte durante el
Renacimiento. A destacar en Inglaterra; los jardines de Cleeve Prior Manor
(Evesham), los jardines de Rous-Lench Court (Worcestershire), el parque Levens
Hall (Westmorland), el parque de Compton Wynyates (Warwickshire) y muchos otros.
Los jardines geométricos alcanzan su punto culminante con André Le Nôtre, diseñador de los jardines de Versalles en 1662, que va a dar a las plantas
(principalmente al boj) formas cónicas y piramidales.
La
nobleza comenzó a organizar grandes fiestas en los jardines de los palacios y
villas, por eso cuidaban al máximo su apariencia. Uno de los juegos favoritos
de las clases más altas consistía en jugar al escondite entre laberintos
tallados esculturalmente sobre impresionantes setos.
En
España, el jardín del Palacio de los Duques de Alba fue uno de los mejores
ejemplos renacentistas durante esta época, con un estilo topiario inspirado en
el diseño italiano. En el siglo XVIII, toman el relevo los jardines del Palacio
Real, creados por orden de Felipe V y que hoy en día aún conservan sus magníficos
laberintos y cipreses con formas rectangulares.
Trabajos:
La poda ornamental
o topiaria consiste en crear y mantener un arbusto o árbol con una forma
determinada, recortando regularmente los brotes que sobrepasen el perfil
establecido.
Lo más
normal es utilizar algún tipo de muelles y armazones metálicos para guiar el
crecimiento y que permita podar la planta posteriormente como si de una
plantilla se tratase. Una vez hayamos creado dicha estructura, tendremos que
esperar a que la planta crezca lo suficiente como para poder darle formas que
de otro modo no podríamos conseguir.
En
jardines particulares resultan elementos muy llamativos, como puntos
focales aislados que atraen rápidamente la mirada. Donde mejor quedan es
en los jardines formales, pero en la mayoría de situaciones van bien como
elemento de realce de un espacio.
Su mayor
inconveniente es que dan más trabajo que otras plantas porque
precisan una poda regular. El hecho es que o se mantienen perfectamente
perfiladas o mejor no hacer topiaria, ya que el descuido se nota demasiado.
Especies más comunes
El arte
topiario se ejecuta normalmente sobre árboles y arbustos de hoja perenne. Por
lo general, se buscan especies con un crecimiento lo más compacto posible,
además de hojas pequeñas.
Árboles:
Aligustre (Ligustrum
japonicum), Carpe (Carpinus betulus), Ciprés (Cupressus sempervirens), Ficus
benjamina (Ficus benjamina), Ficus nitida (Ficus microphylla=Ficus
nitida), Laurel (Laurus nobilis), Leilandi (x Cupressocyparis
leylandii), Tejo (Taxus baccata),…
Arbustos:
Acebo (Ilex
aquifolium), Aligustre (Ligustrum ovalifolium, Ligustrum jonandrum), Boj (Buxus
sempervirens), Evónimo (Euonymus japonicus), Hiedra (Hedera helix), Laurel (Laurus
nobilis), Lonicera (Lonicera nitida), Majuelo (Crataegus monogyna), Mirto (Myrtus
communis), Pitosporo (Pittosporum tobira), Tejo (Taxus baccata), Teucrio (Teucrium
fruticans),…
Realización
En los
Centros de jardinería o en viveros se pueden comprar plantas ya formadas en
conos, esferas, obeliscos, etc., pero también es posible hacerlas uno mismo
comprando un arbusto "normal" y guiándolo desde cero.
Los
cuidados de un jardín con predominio del topiario son algo más exigentes que
uno común. Para poder mantener las formas de las distintas figuras,
se precisa una poda frecuente. Podemos tomar como referencia una medida de 15
cm. como máximo para el crecimiento de los brotes, ya que, a partir de ahí, la
apariencia del topiario deja de ser atractiva para la vista. Conociendo
estos detalles, quizás es buen momento para plantearse si merece la pena o no
disfrutar de este arte con tanta historia en nuestro jardín.
Normalmente
hay que tener bastante paciencia porque es un proceso que requiere varios años
para consolidarlo.
Un
jardinero con mucha práctica con las tijeras puede cortar "a ojo",
tanto la formación, como los recortes de mantenimiento, pero es recomendable
utilizar armazones de madera, hierro o alambre, cuerdas y tablas. Se usan
alambres para dar a las ramas la dirección adecuada.
Desde el
año de la plantación y los dos o tres años siguientes es recomendable pinzar a
menudo las ramas para provocar numerosos brotes. Cuantos más brotes tenga la
topiaria será más bonita y densa.
Los
arbustos generalmente tienden a desarrollarse más por los extremos superiores en
detrimento de la base. Si no intervenimos desde el principio, este fenómeno es
difícilmente recuperable. Habrá que podar más severamente y vigilar con más
atención las partes altas que las bajas. Podar evitando hacer agujeros y con
sumo cuidado, sin podar excesivamente la planta.
Las formas
de fantasía, por ejemplo, animales, se suelen hacer preparando un armazón de
malla metálica que cubra toda la figura. Una vez lleno de vegetación, se puede
cortar sin problemas todo aquello que sobresalga de dicho armazón.
El
mantenimiento se basa en no dejar los brotes que sobresalgan más de 15
centímetros del perfil. Esto es lo recomendable.
Las formas
rectas, por ej., pirámides, se cortan con la ayuda de cordeles tensados o con
un marco de listones de madera. Deberás girar el marco alrededor de toda la
planta e ir podando lo que sobresalga.
La frecuencia
de corte dependerá de la velocidad de crecimiento de las especies
vegetales elegidas. Por ejemplo, el Tejo o el Boj son de crecimiento muy lento
y según el clima y condiciones de crecimiento, siendo suficiente 1 ó 2 recortes
al año. Otras especies de crecimiento rápido, exigen prácticamente un repaso
mensual, excepto en invierno.
Fuentes: facilísimo.com, wikipedia, infojardin, jardinitis
No hay comentarios:
Publicar un comentario