lunes, 16 de septiembre de 2013

Compost: Su Elaboración

1. ¿Qué es el compost?

El compost existe desde que existe la vida en la Tierra, cualquier ser vivo al morir si se deja en el suelo se pudrirá de forma aeróbica (con presencia de oxigeno). Los agentes más efectivos de la descomposición son las bacterias y otros microorganismos. Ya a nivel macroscópico se encuentran las lombrices de tierra, hormigascaracoles, babosasmilpiéscochinillas, etc. que consumen y degradan la materia orgánica.

El compost se usa en agricultura y jardinería como abono para el suelo, en paisajismo, control de la erosión, recubrimientos y recuperación de suelos.

El compostaje es una actividad que exige cierto esfuerzo a la hora de vaciar nuestras compostadoras, pero es gratificante ver cómo vas mejorando la estructura de la tierra de tu jardín. Es una actividad ecológica porque reciclas parte de los residuos producidos en nuestras casas y aparte valorizas tu basura ya que de otra forma iría a los vertederos, incineradores, etc, medios de valorización de basuras poco sostenibles.


Algunos datos:

La basura diaria en los hogares contiene un 40% de materia orgánica, que puede ser reciclada y retornada a la tierra en forma de humus para las plantas y cultivos.

De cada 100kg de basura orgánica se obtienen 30 kg de compost.


2. ¿Qué necesito para hacer compost?

Para hacer compost puedes aprovechar los residuos vegetales del jardín y del hogar, en vez de tirarlos a la basura. El compost es un abono orgánico que te servirá para mejorar la tierra del jardín y para alimentar tus plantas.

La forma más elemental es hacer un montón en un rincón del jardín o usar un cajón de listones de madera. Pero lo mejor es comprar un compostador prefabricado. Los hay de distintos materiales (plástico, resina, térmicos, etc.) y tamaños diversos.

Los compostadores disponen de ventilación y aberturas para que funcione la descomposición. No deben estar cerrados herméticamente.

Materiales para fabricar nuestra compostadora:

- Madera tratada con capa resistente a la humedad y a las bacterias.
- Ladrillo.
- Bloques de hormigón.
- Compostadores prefabricados plásticos.
- Bidones metálicos o plásticos perforados.
- Jaulas de alambre.



A la hora de elegir o dimensionar la capacidad de nuestro compostador, es conveniente elegir uno de mayor tamaño que el que nosotros consideremos que nos haría falta, porque es probable que acumules más residuos de los que piensas y se puede hacer necesario un segundo compostador.

También es muy recomendable disponer de una máquina biotrituradora para las ramas gruesas que no se puedan cortar con las tijeras y para picar los restos vegetales y acelerar así su descomposición. También en los centros de jardinería venden activadores de compostaje, que ayudan a acelerar el proceso de compostaje.


3. ¿Dónde coloco el compostador?

El compostador doméstico puede estar en contacto directo con la tierra o bien se puede encontrar con una base en zonas asfaltadas o en terrazas.

Si el compostador está en contacto directamente sobre la tierra, será muy positivo para el proceso de compostaje, ya que facilitará que la fauna del suelo penetre en el compost para procesarlo y el drenaje de éste.

Si no disponemos de una superficie con tierra, situaremos el compostador de jardín sobre una base. En estos casos, el compostador dispone en la base de un sistema de recogida de líquidos que permite recoger los lixiviados.

Es mejor situarlo en un sitio poco visible porque no son elementos muy decorativos, cercano a la huerta, porque así cuando los vacíes no tendrás que cargar mucha distancia

En la sombra  mejor que en el sol, ya que si no, tendrías que regarlo con frecuencia para mantener la humedad. El lugar ideal sería debajo de un árbol de hoja caduca o en una terraza junto a unas plantas decorativas que le proporcionen suficiente sombra.


4. ¿Qué se puede echar?

Los principales ingredientes de un buen compost pueden ser una mezcla de residuos “verdes” y “marrones”. Los “verdes” son restos que contienen savia y los “marrones” materiales más duros, como las plantas viejas o los residuos del hogar.

Del jardín:

Hojas, césped, hortalizas, paja utilizada como acolchado, ramas podadas (si las pasas por una triturada mucho mejor), serrín, etc.

Las malas hierbas sólo si son anuales y no llevan semillas, porque las perennes que tienen estolones (ej. grama) o bulbillos (juncia o castañueña) o rizomas, pueden mantener su viabilidad y brotar.

Añadir lombrices es bueno igualmente.

Del hogar:

Cenizas, posos del café o de té, infusiones con papel incluído, cáscara de huevo, frutas, verduras y hortalizas, periódicos no impresos en color, pelos (sin teñir), etc.


5. ¿Qué no se debe echar?

Los restos de comida grasienta, carnes, huesos, pescado,  lácteos y huevos no deben usarse para compostar porque tienden a atraer insectos y otros animales indeseados y además puede producir malos olores.

- Productos lácteos, pueden añadir bacterias indeseables.

- Plantas y frutos enfermos o gran cantidad de vegetales podridos. Producen malos olores y putrefacción.

- Los excrementos de animales domésticos y de personas. Llevan patógenos.

- Ceniza y serrín de madera tratada o aglomerados. Colas y barnices. Esto es muy tóxico.

- Las cáscaras de cítricos y los restos de poda de coníferas, porque alargan el proceso de compostaje y pueden dar lugar a un compost ácido.

- Cualquier material que no sea orgánico y biodegradable: plásticos ,vidrio, etc.


6. ¿Cómo es el proceso de compostaje?

El proceso de creación del compost se trata es de que esas hojas, ramas, césped, cenizas, etc. que echamos sean atacadas por microorganismos (bacterias y hongos) y se descompongan, fermenten, transformándose así en otro material con características distintas al original y muy bueno para el suelo y las plantas.

Para que reciba aire desde abajo, se empieza por una capa inferior con ramas más gruesas y no debe superar los 30 cm. Si disponemos  de materia orgánica no descompuesta todavía, la utilizamos para cubrir la capa base. Encima de ésta se añade una capa con restos de vegetación y todo tipo de material orgánico de desecho. Cuando esta capa mida 20-30 cm, se cubre con una capa fina de estiércol o alguna sustancia rica en nitrógeno (gallinaza, harina de pescado). Encima de todo esto se añade otra capa de materia organica; a continuación otra capa de sustancia nitrogenada, y así hasta el llenado de la compostadora.

Este proceso de descomposición se desarrolla en varias fases:

1º. En las 2-3 primeras semanas las bacterias actúan con intensidad, aumentando la temperatura del montón durante un periodo corto de tiempo, debiendo alcanzar 60-70 ºC, para matar los gérmenes y la mayoría de semillas. Un signo externo es el hundimiento del montón de compost.

2º. Al cabo de 2-3 meses se ha alcanzado el primer estado de maduración: el compost fresco. De color grisáceo, es apropiado su uso como acolchado, y proteger así el suelo de la erosión, de heladas, de desecación y de la proliferación de malas hierbas.

3º. Pasados otros 4-5 meses desde la obtención del compost fresco, nuestro compost ya debería estar maduro, oscuro, con olor a tierra de bosque. Tendrá la humedad apropiada si al apretarlo en nuestra mano notamos humedad pero no destila líquido.

El único cuidado del compost consistirá en vigilar que no se pudra controlando la fermentación. De vez en cuando, toma un puñado de compost con la mano y apriétalo. Si escurre líquido, corre peligro de pudrirse. Incorpora material seco y dale forma de nuevo al montón. Si se desmorona, se encuentra muy seco y debes humedecerlo. Remueve la mezcla una vez al mes para airearla.

Lo más importante es una buena mezcla de los materiales




7. ¿Cuánto se tarda en obtener un buen compost?

El compost estará listo en unos 3 meses en primavera-verano y hasta 6 en invierno.

Para ver si ya está en su punto, toma un puñado en la mano. Deberá tener un color marrón o negruzco, similar al del mantillo, olor a bosque, y estar frío debido a la falta de actividad microbiana.

No se reconocerá nada de lo depositado hace unos meses, excepto los trozos de ramas, las cuales se separan con el tamiz o con las manos y vuelta a introducir al compostador para que continúe su proceso y sirva de estructurante.

Si no usas el compost de inmediato, puedes guardarlo en bolsas o sacos cerrados de forma hermética. Si al estrujarlo desprende líquido, no lo almacenes en bolsas, ya que podría pudrirse.

El compost obtenido se aplica al suelo una vez al año; en nuestro caso, lo aplicamos a la huerta a principios de primavera antes de comenzar la plantación. Puedes dejarlo sobre la superficie (5cm) como acolchado o añadirlo bien mezclado con la tierra.


8. ¿Es necesario regar o añadir algún producto al compostador?

Si se hacen las aportaciones necesarias de cada tipo de material, observando con cuidado si se tiene que añadir más material seco o húmedo, normalmente no se tendrá que regar nunca el compostador. No obstante, en verano será conveniente regarlo si se ve que en algún momento puntual está muy seco debido a las altas temperaturas ambientales.

En caso de que no haya bastantes restos de cocina (activadores del proceso), siempre podremos recurrir a un acelerador granulado a base de microorganismos y sustancias orgánicas, que actúan sobre residuos vegetales y otras materias degradables, acelerando su descomposición.


9. Problemas en la elaboración del compost.

Si notas un olor a amoníaco, significa que hay demasiado nitrógeno (material verde) sin mezclar con carbono (marrón). La solución es mezclar con materia seca (por ejemplo, hojas secas) y voltear. 

Si notas un olor a podrido, significa que hay demasiada humedad y poco oxígeno. La solución es mezclar con materia seca y voltear.

Si ves que el compostador está lleno de materia seca y fría, significa que falta humedad. Por lo tanto, la solución será mezclar con restos de cocina verdes y voltear.

Las Moscas de la fruta no son ningún problema, pero, si no las quieres ver o en menos cantidad debes enterrar un poco los restos de cocina.

Si la mezcla resulta demasiado ácida y no evoluciona, se puede incorporar cal al conjunto.

Añadir tierra inicialmente al compostador va a favorecer el proceso, ya que esta tierra aportará hongos, bacterias y otros microorganismos beneficiosos para empezar y acelerar el proceso de compostaje. No obstante, no es necesaria y se puede empezar el proceso perfectamente sin ella y se debe considerar que también ocupa bastante volumen y que pesará mucho cuando se tenga que cosechar el compost.


10. Otros métodos de compostaje.

Vermicultura, Lombricultura

La técnica de la vermicultura se basa en la utilización de algunas especies de lombrices de tierra para transformar desechos orgánicos en vermicompost, lombricompuesto o humus de lombriz. En el proceso, las lombrices de tierra no sólo usan los microorganismos que crecen en los residuos para su nutrición, sino que también propician la actividad microbiana en el humus producido.

Este humus se produce de la digestión de materiales orgánicos por parte de las lombrices y posee altas propiedades como mejorador de las propiedades físicas del suelo, tales como la permeabilidad y la retención de humedad.

Es una biotecnología basada en la cría de lombrices para la producción de humus a partir de un sustrato orgánico. Es un proceso de descomposición natural, similar al compostaje, en el que el material orgánico, además de ser atacado por los microorganismos existentes en el medio natural, también lo es por el complejo sistema digestivo de la lombriz.

El lombricompuesto se puede utilizar en hortícolas, aromáticas, ornamentales, florales, árboles, arbustos, etc.

Compostador Urbano

Una opción doméstica para conseguir tu propio compost, se trata de reciclar tus residuos orgánicos, transformando los desechos de cocina y jardín en el mejor fertilizante.  Es una medida cada vez más en boga en contextos urbanos porque busca la preservación del medio ambiente fomentando el reciclaje.

En un rincón de nuestra cocina, terraza o balcón estaremos transformando nuestros desechos orgánicos a través de lombrices en fertilizante de alta calidad.

Los compostadores urbanos consisten en una serie de bandejas consecutivas, las cuales contienen de abajo a arriba desde compost maduro a nuestros desechos de cocina recién vertidos.




Es necesario adquirir lombrices rojas, las cuales irán ascendiendo por las bandejas, una vez que hayan convertido en compost todos los desechos. Las lombrices no se escapan del compostador, ya que está cerrado herméticamente, y son capaces de reproducirse hasta alcanzar el número de lombrices óptimo para procesar los desechos que les damos.


Añadiremos solo materiales orgánicos blandos y troceados para facilitar la digestión de nuestras lombrices, habrá que vigilar la temperatura  18-20°C y la humedad 70-80%.

Obtendremos humus de lombriz, el mejor fertilizante natural para nuestro jardín, nuestras plantas, etc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario