Nombre: Morera negra, Moral negro
Nombre latino: Morus
nigra
Follaje: Caduco
Altura adulta: Árbol
robusto con 10 a 15m de altura.
Descripción: Es un árbol perteneciente
a la familia de las moráceas, nativa del
sudoeste de Asia, siendo
cultivada por tan largo período que su rango natural preciso es desconocido.
Es un árbol de crecimiento rápido.
Posee una ramificación densa, con ramas largas,
divergentes y extendidas. En conjunto constituyen una amplia copa redondeada
generalmente irregular que ofrece una gran sombra.
La morera negra da unos espléndidos frutos que la hacen
merecedora de un cultivo más amplio.
Suelo y Emplazamiento: En cualquier tipo de terreno, al
sol o con sombra ligera. En terreno rico y bien drenado. Es muy resistente.
Puede soportar heladas de -18 ºC.
Se cría en suelos frescos y ligeros, no viviendo bien en
zonas muy secas y calurosas.
Riego:
A pesar de vegetar bien en terrenos de secano, si se riegan con continuidad
aumentará su producción y crecerán mejor.
Poda: Al tratarse
de una especie caducifolia, podar desde finales de invierno a principio de
primavera, antes de que comience su periodo vegetativo, para que no pierda
mucha savia por la herida ni debilite al árbol.
Si se la somete a una poda drástica se obtiene una mejor
producción de frutos y hojas más grandes; si no se poda la producción de frutos
y su tamaño aumentará a medida que nuestro árbol crezca.
Reproducción: Su reproducción se hace principalmente por
esqueje de una rama madura con la corteza coloración pardo grisácea y sin
daños. También se puede realizar por semillas sembradas en primavera.
Admite el transplante a raíz desnuda en invierno.
Notas de
interés: Además de su uso como árboles de cultivo se utilizan como
ornamentales en jardines, paseos y
calles.
Su madera se utiliza en tonelería, ebanistería y mangos
de herramientas.
Las moras son
frutas comestibles, pueden ingerirse al natural, frescas o procesadas, como
elemento decorativo o como complemento en multitud de productos: pastelería,
lácteos, mermeladas, licores, etc.
Son ricas en
vitamina C.
Las moras se
deterioran con rapidez, por lo que hay que consumirlas en cuanto estén maduras.
Los pájaros de
nuestro jardín agradecerán los sabrosos frutos de este árbol. Las hojas de
morera se aprovechan desde tiempos remotos para alimento
del gusano de seda.
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